Colaboración: 5 reglas para el éxito

 

Colaboración: 5 reglas para el éxito

El trabajo en colaboración con socios y compañeros es un ámbito en el que las normas de comunicación deben funcionar eficazmente. En este ámbito, es donde menos atención se presta al establecimiento de la cooperación. A menudo se supone que el resultado surgirá por sí solo, sin preparación ni esfuerzo. Esto provoca fallos de comunicación: un colega no entiende el objetivo de la tarea, un socio se olvida del plazo establecido en el contrato y no entrega el producto a tiempo. A todos se nos ocurren muchos ejemplos similares.

Hemos decidido remediar el desequilibrio y proponer normas eficaces de cooperación. El problema fue reconocido ya en la Antigua Grecia: el célebre filósofo Arístipo le dedicó la tercera directriz de su Código. «Sé capaz de cooperar con los demás», escribió el antiguo pensador griego siglos antes de nuestra era. El Código de Arístipo es un conjunto de 24 directrices que exponen de forma concisa y aforística los principios básicos que ayudan a alcanzar el éxito. En términos modernos, el Código ofrece consejos útiles para el trabajo y la vida, probados por la experiencia.

Regla 1: encontrar objetivos comunes 

La colaboración implica la integración de objetivos individuales en uno común. Tanto sus socios como usted deben comprender qué es lo que persigue cada uno y cuáles son sus prioridades. Empiece por formular, expresar y describir los objetivos fijados. Luego, mediante el debate, busque la manera de combinarlos.

Determinar un objetivo final común es el momento más difícil de la colaboración. Para superarlo con éxito, utilice la decimocuarta directriz de Arístipo: «Está listo para aplicar el método de prueba y error para resolver problemas».

El siguiente paso es distribuir las tareas a corto y largo plazo y fijar plazos concretos para su implementación.

Regla 2: asignar funciones y responsabilidades

La colaboración productiva es una combinación de intereses, creatividad y recursos. Para evitar la competencia innecesaria o el solapamiento de obligaciones, defina claramente los derechos y poderes de los participantes en el proyecto. 

La información sobre la distribución de responsabilidades entre los miembros del equipo debe estar clara para todos los participantes en el proceso. Por tanto, explique al equipo quién hace qué cosa y en qué consiste cada área de responsabilidad. Así, en caso necesario, los empleados sabrán a quién dirigirse.

Hay un momento psicológico importante en el proceso de distribución, sobre el que Arístipo escribió en la novena directriz: «Sé capaz de estar en igualdad con otras personas y evitar enfatizar las diferencias de estatus social». Esta tesis probada por el tiempo no necesita interpretación adicional.

Regla 3: establecer el modo de interacción

Admítalo, para cualquier acción es necesaria una preparación previa: materiales, documentos, presentaciones, actitud psicológica. Por lo tanto, un calendario de reuniones acordado de antemano les ayudará a los participantes a acudir a la reunión prevista bien preparados.

Las reuniones espontáneas pueden ser necesarias para organizar una lluvia de ideas de emergencia, pero la regularidad de las reuniones hace que la interacción laboral sea la norma y demuestra respeto por los empleados y socios. «Sé bondadoso, amable y atento con otras personas», aconseja Arístipo en la segunda directriz. Es difícil no estar de acuerdo con él: unas normas de comunicación bien pensadas son una demostración de respeto por los demás.




Regla 4: registrar lo que se ha dicho

No confíe en su memoria ni en la de los demás. En el transcurso de la colaboración, cada acuerdo, objetivo, tarea, papel de los participantes en el proceso debe quedar fijado por escrito. Esto ayudará, por un lado, a seguir todo el proceso por etapas.

Por otro lado, unas conclusiones documentadas resolverán el problema de las interpretaciones controvertidas de la cuestión que cada cual pueda entender a su manera. Arístipo consideraba que la capacidad de organización y la precisión eran la base del éxito. En este caso, su consejo funciona perfectamente.

Regla 5: respetar el punto de vista diferente

Según Arístipo, el respeto por las opiniones de los demás es una cualidad esencial para una persona. No es casualidad que la primera directriz del Código diga: «Sé capaz de aceptar diferentes puntos de vista y opiniones». Esta habilidad demuestra no solo la amplitud de conocimientos de una persona, sino que también le ayuda a mejorar las relaciones en la comunidad. ¿Y qué es la colaboración si no una sociedad en miniatura? Escuche las opiniones de los demás, aunque le parezcan equivocadas. Siempre es posible encontrar puntos en común y llegar a un compromiso.


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