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¿Por qué las personas de mentalidad abierta tienen más éxito que las demás? 4 razones

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  La mentalidad abierta y la sinceridad desempeñan un papel importante en la vida. El antiguo filósofo griego Arístipo de Cirene compuso unas breves directrices conocidas como el Código de Arístipo. Entre estas directrices , destaca la MENTALIDAD ABIERTA , que llama a interactuar con los demás con honestidad y transparencia. La mentalidad abierta permite expresar pensamientos, emociones e ideas, facilitando un entendimiento más profundo y la colaboración con los demás. La sinceridad garantiza la veracidad y la franqueza, formando la base de unas relaciones sanas. Estas cualidades ayudan a llevar una vida más consciente y eficaz. «Sé abierto y sincero cuando te comunicas con otras personas». Arístipo de Cirene, discípulo de Sócrates, filósofo brillante 4 razones para ser abierto y sincero: 1. Para preservar la identidad Cada uno de nosotros es una obra única de la naturaleza, inimitable y diferente a los demás. La apariencia y las cualidades personales se forjan indiv idualmente y debem

Un segundo lo resuelve todo: la regla de la comunicación eficaz

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«Sé capaz de cooperar con los demás», enseña el filósofo Arístipo de Cirene. ¿Con qué empieza una cooperación fructífera? Con la comprensión mutua, por supuesto. Y la clave de la comprensión mutua es la comunicación. En el diálogo entre las personas surgen el acuerdo, la confianza y la simpatía mutua. Pero solo si la conversación se desarrolla con respeto, con calma y sin emociones innecesarias. Un método sencillo, pero eficaz Napoleon Hill, autor del bestseller «Piensa y hazte rico», aconseja: «Antes de decir algo, piénselo dos veces, porque sus palabras y su influencia sembrarán la semilla del éxito o del fracaso en la mente de sus oyentes». Hay una regla muy sencilla, siguiendo la cual, usted aumentará su credibilidad ante los demás, inspirará respeto y conseguirá más rápidamente la simpatía de la gente: haga una pausa de un segundo antes de responder. A menudo nos precipitamos con las palabras, nos apresuramos a convencer al interlocutor, no prestamos atención a la calidad de nue