Código de Arístipo: la cortesía conduce al éxito justificado


Cómo hacer que la comunicación y el trabajo conjunto sean más productivos.

El secreto de una comunicación agradable

El hombre es un ser social y es imposible imaginar que sea posible vivir toda la vida, y menos aún tener éxito en algo, sin interactuar con otras personas. Al tema de la cooperación estuvo dedicado el anterior artículo de nuestra serie sobre las directrices del gran pensador heleno Arístipo de Cirene.

Sin embargo, construir la comunicación con la gente no siempre es fácil. Afortunadamente, hay una forma sencilla y fiable de establecer vínculos con la gente que se describe en la cuarta directriz del Código de Arístipo.


Directriz IV — CORTESÍA
Sé cortés y respeta la dignidad de otras personas.


La cortesía es una manifestación de respeto

La cortesía es una manifestación de respeto

La sociedad es una multitud de personas que se comunican entre sí de acuerdo con ciertas leyes y normas. El cumplimiento de las normas básicas de interacción permite a las personas coexistir y funcionar en equipo.

En cada sociedad existen normas establecidas de moralidad, ética y educación. Las personas muestran respeto por los demás observando estas normas de comportamiento generalmente aceptadas.

La cortesía proviene del respeto al interlocutor, de reconocerlo como un igual y de ver en él la misma dignidad humana que sentimos en nosotros mismos. Así, Nikolái Berdyaev, filósofo y sociólogo de finales del siglo XIX y del XX, señaló:


«La cortesía es una expresión simbólica de respeto a todo ser humano».

 

La cortesía mutua ayuda a las personas a cooperar de forma realmente eficaz, sin permitir que la más mínima discrepancia de opiniones arruine los esfuerzos conjuntos para alcanzar un objetivo común. 

Las leyes permiten a las personas coexistir como sociedad, pero es la cortesía la que les da la voluntad de trabajar juntos.

Casi nadie negará que es más agradable tratar con un interlocutor amable, dotado de sentido del tacto, respetuoso en la conversación y capaz de escuchar.

Siempre es un placer hablar con una persona educada y cortés, y seguro que le responderán con la misma cortesía. El eminente erudito del Renacimiento Erasmo de Róterdam señaló que la cortesía engendra y fomenta la cortesía.


La cortesía es una base sólida de la comunidad

Una persona educada y cortés atrae a otras personas y las reúne a su alrededor, siendo el corazón, si no el alma, de cualquier compañía. Crea el equilibrio adecuado en la relación dentro de un grupo, ayudándolo a mantenerse siempre cohesionado y organizado. Su educación, tacto e inteligencia son unánimemente apreciados por los demás y aportan beneficios tangibles a la causa común.

Incluso un desacuerdo con una persona culta no deja una sensación desagradable en el alma, porque un desacuerdo sobre algo nunca le hará entrar en una disputa a una persona con buenos modales. Por el contrario, una polémica puede incluso dar lugar a un descubrimiento inesperado, pues se sabe que la verdad nace en las disputas.

Esto es lo que ocurrió hace algún tiempo cerca de la costa de Florida. La doctora Kimberly Yates, científica del USGS, y el capitán del barco desde el que buceaba, tuvieron una discusión sobre la profundidad del mar.

El capitán se negó a llevar la embarcación al lugar indicado por la oceanógrafa, alegando la falta de profundidad del agua que era de 2 pies y el riesgo de perforar el fondo en un arrecife. La Dra. Yates, en cambio, confiaba en que los 12 pies que había medido en ese lugar durante la inmersión eran suficientes para realizar una maniobra segura. La relación entre los científicos y los marinos, cuya cooperación era vital para el proyecto, podría haberse visto socavada y la expedición comprometida nada más comenzar.

Pero, para el mérito de las partes, y para fortuna de la ciencia, estos discutidores con tacto, en vez de agudizar la pelea, decidieron trabajar juntos para resolver la causa del desacuerdo. El capitán aceptó sumergirse en el agua y comprobó personalmente que el agua era lo suficientemente profunda y luego invitó a la Dra. Yates a consultar los mapas de navegación que advertían de aguas poco profundas en esa zona.

Según se descubrió más tarde, la acidez del agua del océano había provocado que parte del arrecife de coral se disolviera literalmente, aumentando la profundidad varias veces. De este modo, una discusión entre dos personas cultas dio lugar a un importante descubrimiento científico de amplias consecuencias.




Ayuda en el camino hacia el éxito en los negocios

Las personas corteses también prosperan en el trabajo. Los efectos de la cortesía en un equipo sobre el proceso de trabajo han sido demostrados una y otra vez por estudios científicos. En septiembre de 2015, en la revista de la Academia Estadounidense de Pediatría, se comparó el rendimiento de los equipos médicos en condiciones de cortesía y descortesía. Los equipos que trabajaron en condiciones de cortesía mostraron un 12 % más de rendimiento durante la prueba.


Firmeza, pero no rigidez

Una persona con tacto es capaz de salir de situaciones difíciles sin pérdidas, sin desviarse de sus propios objetivos o los de su grupo, sin violar los intereses de otras personas. Tal persona se comporta correctamente y actúa con delicadeza porque conoce la etiqueta, cumple las normas de comportamiento en la sociedad y respeta su entorno.

Una persona cortés presta especial atención a que, en un momento difícil, su entorno no sienta que está perdiendo el control de la situación por su parte. Esto no significa que no vaya a pedir ayuda. Solo que lo hará con delicadeza, para no presionar a la otra persona, y con tranquilidad, para no sembrar el pánico entre sus compañeros. Hacer lo contrario sería simplemente una falta de respeto hacia ellos.

La cortesía hace que la comunicación sea más fácil y agradable, y por tanto más productiva y deseada, en todos los ámbitos de la vida, desde el ocio hasta el trabajo. Hace miles de años, el gran pensador ya era consciente de esta verdad inmutable y apelaba a ella. No dude en ser el primero en mostrar cortesía y tacto y su interlocutor le corresponderá.


«La cortesía conduce a un mayor éxito personal gracias al apoyo que se recibe de los demás».

Arístipo de Cirene


Lea también otros artículos de la serie para aprovechar la sabiduría milenaria del Código de Arístipo.

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