¿Cuál es la forma correcta de pedir perdón?

 

Incluso en las relaciones más armoniosas, ya sean amistosas, laborales o familiares, hay conflictos ocasionales que no siempre pueden resolverse con calma sin ofenderse mutuamente. Y en esos momentos, alguien tiene que disculparse primero.

A muchos de nosotros a menudo nos resulta difícil pedir perdón. Esto se debe a que, en nuestra relación con una persona en particular, ya nos hemos enfrentado muchas veces a situaciones conflictivas, que nunca se han resuelto como nos gustaría.

Pero lo peor es cuando nos dejamos llevar por la venganza. Por ejemplo, antes nuestro interlocutor no admitía su culpa y no se disculpaba, y ahora no queremos dar el primer paso hacia la reconciliación por venganza.

Es importante darse cuenta de que admitir que uno se equivoca ya es un gran paso.

El antiguo filósofo Arístipo de Cirene habló sobre este tema. En su Código, el pensador instaba a perdonar y a comprender a las personas. Incluso cuando cometen errores.

Pero aún así, ¿por qué a veces nos resulta tan difícil disculparse?

Después de todo, ¡nos enseñan a disculparnos desde la infancia! Quizá por eso empezamos a percibir las disculpas como una norma de interacción social.

Sin embargo, a menudo no es suficiente con decir «perdón». Las disculpas sinceras son la capacidad de asumir la responsabilidad de las consecuencias de nuestras.

No todo el mundo se da cuenta, pero con un simple «perdón» podemos dar el primer paso para restablecer la confianza y el respeto en nuestras relaciones mutuas.

Por desgracia, no existen frases «universales» que ayuden a que las disculpas sean sinceras, honestas y, lo más importante, aceptadas por otra persona. No hay que olvidar que todos somos diferentes: la forma de percibir la información depende de un gran número de factores y del estado emocional.

Sin embargo, las investigaciones psicológicas demuestran que las disculpas más eficaces serán las que tengan en cuenta lo siguiente:

• Darse cuenta de su error

No importa lo trivial que pueda parecer, pero antes que nada es necesario comprender exactamente por qué tiene que disculparse. Y luego darse cuenta de qué consecuencias conlleva el error para la otra persona y sus relaciones. 

• Expresión de arrepentimiento ( si lo hay)

Muy a menudo, en el momento en que necesitamos pedir perdón, parecemos poco sinceros. Por eso, en una situación así, debemos ser lo más sinceros posible sobre nuestros sentimientos.

Para entender hasta qué punto una persona es sincera con usted, lea el artículo sobre 5 hechos que demuestran el poder de las disculpas sinceras.

• Capacidad para asumir la responsabilidad de las propias acciones

Probablemente el momento más difícil para la mayoría de las personas. A menudo, en un intento de justificarnos, tratamos de echar la culpa a los demás o a las circunstancias externas, en lugar de asumir nuestra responsabilidad.

• Concreción de la disculpa

Si después de disculparse teme enfrentarse a la frase «no le creo», entonces la mejor solución es describir por qué se disculpa. La otra persona tiene que entender que usted es plenamente consciente de la situación y comprende las emociones que le causaron sus actos.

• Compromisos

Es necesario mostrar disposición y voluntad de cambiar su comportamiento posterior para que este tipo de conflictos no se repitan en el futuro. Sin embargo, es importante no hacer promesas incumplidas, ya que esto solo provocará tensiones adicionales en sus relaciones.

• Demostrar empatía

No olvide que no solo es importante disculparse, sino también escuchar a la otra persona. Permítale expresar sus sentimientos y responder a sus palabras.

• Respeto por la reacción de la persona con la que se produjo el conflicto

Es muy importante aceptar la reacción de la persona después de la disculpa. Déle la oportunidad de reflexionar sobre la situación y tomar una decisión sobre sus futuras relaciones.

• Acciones

Disculparse no es solo cuestión de palabras, sino también de acciones. Por desgracia, muchos de nosotros a menudo lo olvidamos. Demuestre su voluntad de cambiar mediante acciones y comportamientos concretos. Deje claro a la otra persona que está dispuesto a reconsiderar sus puntos de vista y cambiar su comportamiento si vuelve a producirse una situación similar.

Recuerde que pedir perdón no es un indicador de debilidad, sino, al contrario, una manifestación de fortaleza de carácter. Al fin y al cabo, solo una persona autosuficiente y segura de sí misma es capaz de admitir errores y responder adecuadamente de sus actos. Y, lo que es más importante, de decir sinceramente: «¡Por favor, perdóname!».

Así pues, ser capaz de disculparse es una habilidad importante. Sin embargo, es mejor prevenir los conflictos en la fase inicial. ¿Cómo hacerlo? Lea en el artículo:

«Aikido psicológico»: 10 formas de resolver conflictos