¿Por qué una persona diligente vale su peso en oro?

 

¿Por qué una persona diligente vale su peso en oro?

En estos tiempos de creatividad e iniciativas creativas, de trabajo autónomo y remoto, una cualidad tan sencilla como la diligencia adquiere un valor especial. Es gracias a ella que todas las búsquedas artísticas e intelectuales terminan con la creación de un producto específico, y los bienes y servicios llegan a tiempo al consumidor. No es casualidad que el antiguo filósofo griego Arístipo, discípulo y amigo de Sócrates, el fundador de la escuela cirenaica de filosofía, dedicara una directriz separada a la diligencia.

Directriz XIХ: DILIGENCIA

Sé capaz de seguir las instrucciones y las normas pertinentes con precisión cuando las circunstancias lo requieran.

Las personas que son capaces de actuar de acuerdo con las reglas y realizar claramente las tareas asignadas han sido una rareza en todo momento. Sin embargo, gracias a la diligencia, una persona puede alcanzar fácilmente sus objetivos, y las compañías pueden lograr excelentes resultados. Averigüemos cómo funciona esto, tanto en la mente como en los negocios.

La diligencia es un concepto multidimensional, que tiene su propio significado en cada campo de las humanidades. En primer lugar, es una cualidad volitiva fuerte de una persona que ayuda a resolver las tareas establecidas. Una persona que es capaz de llevar a cabo con claridad lo planificado, alcanza los objetivos de manera más rápida y eficiente, a pesar de los obstáculos y dificultades.

Es posible realizar los planes establecidos solo adhiriéndose a la coherencia en las acciones. Por lo tanto, las habilidades organizativas y el celo como componentes de la diligencia conducen al éxito. En este caso, se activa un mecanismo psicológico especial: seguir las instrucciones y reglas da lugar a la determinación. Por lo tanto, para lograr rápidamente un objetivo determinado, no se distraiga con tonterías.

Los sociólogos creen que la diligencia y la pulcritud son necesarias para lograr el bien común, que se puede lograr a través del esfuerzo común. Se ha demostrado científicamente que la eficiencia y la eficacia dependen de la motivación, de la confianza en sí mismo, de la fe de una persona en el éxito, así como del cumplimiento de las leyes vigentes y normas existentes de la sociedad.

La diligencia como principio empresarial

Repasemos algunos ejemplos sencillos y comprensibles de negocios exitosos basados en este principio. Domino's Pizza, que ha sido popular en 85 países de todo el mundo, impresionó a sus primeros clientes al cumplir diligentemente con su regla establecida: entregar una pizza caliente no más de 30 minutos después de aceptar el pedido. Como compensación por el incumplimiento de los plazos, se les ofrecía a los clientes a pagar menos por sus pizzas; esto se convirtió en un excelente incentivo para que la compañía cumpliera con la regla establecida y permitiera no perder la ganancia prevista.

Domino's Pizza

En la foto: hoy, Domino's Pizza vende más de 3 millones de pizzas al día, opera miles de restaurantes y gana grandes royalties por sus franquicias.

Otra historia de éxito es la de Toyota Motors. Su servicio de atención al cliente funciona perfectamente: habiendo pedido un modelo de coche Toyota con el equipamiento elegido el lunes, el cliente ya puede conducirlo el viernes. Este es otro claro ejemplo de la implementación del principio de diligencia en los negocios.

Toyota Motors


En la foto: el beneficio neto de Toyota Motors en 2021-2022 ha sido de 21,8 mil millones de dólares.

El crecimiento exitoso se debe a la diligencia de los empleados y al excelente servicio al cliente.

Las leyes del éxito

La directriz de Arístipo sobre los beneficios de la diligencia es confirmada por el estadounidense Jim Collins. Es conocido como consultor de negocios, investigador autorizado y autor de «Cómo caen los poderosos y por qué algunas empresas nunca se rinden», «De bueno a excelente: por qué algunas empresas dan el salto... y otras no». Al comparar a los competidores, el coach empresarial ve el potencial de la compañía no en las innovaciones de moda de hoy, sino en la proporción de creatividad y disciplina: «Para que el exceso de disciplina no destruya el espíritu creativo, y para que el espíritu creativo no se convierta en anarquía». En la interpretación de Collins, la disciplina es una forma de diligencia, sin la cual es difícil que una compañía alcance el éxito.

En el ámbito administrativo, la diligencia se interpreta como escrupulosidad, responsabilidad, cumplimiento de las leyes vigentes y de las normas profesionales. Estas cualidades son especialmente valoradas por los empresarios, ya que su presencia en un empleado ayuda a aumentar la productividad y eficacia de cualquier actividad.

En la vida privada, la diligencia también trae beneficios. Hay momentos en que circunstancias fuera de nuestro control se interponen en el camino hacia los objetivos establecidos. Si ocurre un giro inesperado de los acontecimientos, una persona debe estar lista para el cambio, y el mejor curso de acción en tal situación es cumplir con las reglas y normas pertinentes del sistema social.

Por lo tanto, la antigua directriz de Arístipo es relevante en el mundo moderno: tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto.


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